martes, 28 de agosto de 2012

Sobre la obviedad de las patentes (Iphoneros.com)

Con todo esto del gran juicio Apple Vs Samsung, muchos de los que no están de acuerdo con el sistema de patentes se quejan del hecho de que una empresa pueda registrar una patente que es obvia y que eso impida a otras empresas innovar porque, aparentemente, no hay otra manera de hacer las cosas. Eso, le daría en la práctica toda la ventaja del mundo a la empresa que patenta esa idea obvia. Casi siempre se pone como ejemplo que alguien patente la rueda, y entonces, todos los fabricantes de vehículos que usen ruedas, tienen que pagar a esa empresa. Pues bien, hay mucho desconocimiento sobre el sistema de registro de patentes; muchos olvidan que hay leyes que regulan cómo se puede o no se puede registrar una patente, y en esas leyes hay una que habla sobre la obviedad de una idea, si esa idea es universal o no… si registrarla, impediría a todas las demas empresas continuar con su innovación. Registrar una patente no es tan fácil como entregarla y ya está. Una de esas leyes, controla lo universal o obvia que es una idea e impide que se puedan registrar cosas que puedan perjudicar a todos los demás inventores como si fuera una especie de impuesto revolucionario. Lo que casi todos olvidamos es que algo que es obvio hoy en día, no lo es cuando se registró… el momento en el que se registra una patente es muy importante.
Como ejemplo, tenemos el propio iPhone; cuando se anunció el iPhone original la Blackberry reinaba en el mundo de los smartphones. Casi era el móvil por defecto a tener sobre todo si la necesidad principal era seguir conectado a tu email en cualquier lugar. Muchos criticaron la falta de teclado físico en el iPhone, algunos incluso se reían. Hoy en día, es difícil encontrar un smartphone que venga con un teclado físico incorporado. Hoy es obvio que un smartphone sea todo pantalla, con dos o tres botones a los lados o debajo de la pantalla. En el 2007, no era tan obvio. Nadie ha registrado o podido registrar (que nosotros sepamos) un dispositivo que sea todo pantalla sin más, de manera que cualquiera que fabrique algo asi independientemente de su utilidad tenga que pagar a otra empresa, pero cosas como la manera de indicar que no hay más scroll que hacer al final de una página (una de las patentes que se han examinado y discutido en el juicio de Apple y Samsung) si están registradas. Muchas marcas utilizan diversas maneras para indicar eso… una línea azul que se ilumina ligeramente (Ice Cream Sandwich ‘de serie’ hace eso, por ejemplo) pero otras han utilizado exactamente la misma manera que podemos ver en iOS. Este tipo de detalles en una interfaz, tan obvios hoy en día, están registrados en ciertas patentes, que a menudo, están disponibles para licenciar por otras empresas y así permitir su utilización. De hecho es algo habitual en la industria el pagar por utilización de patentes aunque el resto de mortales, habitualmente, nunca llegamos a enterarnos de esos acuerdos. El sistema de patentes que hay implantado en EEUU, desde luego, no es perfecto. Se les puede criticar por muchas cosas. Pero antes de tirar por la vía fácil y criticar cosas que no se conocen bien, lo mejor es investigar un poco más y, si hay patentes que realmente impidan innovar a otras empresas, intentar modificar estas leyes para que nosotros, los que compramos estos aparatos y los utilizamos todos los días, podamos disfrutar de lo mejor que sean capaces de inventar empresas de electrónica de consumo como Samsung o Apple. La competencia nos beneficia a nosotros más que a nadie, pero suponemos que todos estamos de acuerdo en que si se demuestra que alguien ha utilizado ideas de otros sin permiso, se regule y se penalice si ha habido alguna infracción. El sistema de patentes puede llegar a ser muy malo, pero al mismo tiempo, podría ser la solución menos mala que tenemos disponible ahora mismo. ¿Qué pasará ahora que termina el juicio que más ha expuesto el sistema de patentes en la industria de la tecnología? Pues, en la práctica, en nada… simplemente ahora se pagarán las patentes que se utilicen, con dinero que venga de los beneficios de la venta de esos smartphones o lo que sea que fabrique una empresa. Empresas que hasta ahora no pagaban por utilización de ideas de otros, pagarán o pensarán en ideas nuevas. Esto es bueno para la innovación. Al mismo tiempo, sólo grandes empresas que se puedan permitir pagar por patentes conseguirán utilizar ideas de otros, y empresas pequeñas que no tengan acceso a esos precios no podrán acceder a un mercado que ahora se les cierra… en este sentido el sistema de patentes es realmente malo; nos encantaría ver a una start-up sacando adelante un smartphone mucho mejor que el iPhone (que, por supuesto, se puede conseguir, ¡sin duda!) pero en la situación en la que estamos ahora es altamente improbable. Si alguien intenta acechar el trono del iPhone como smartphone más vendido, lo más probable es que se trate de una gran empresa que se pueda permitir pagar millones de dólares en patentes. Una lástima para las pequeñas y medianas empresas. En este sentido, si que nos gustaría que fuera posible modificar la ley que regula las patentes para hacerlas asequibles también a este tipo de empresas y así, incentivar la competitividad del mercado. Fuente:

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