jueves, 30 de septiembre de 2010

Les comparto el pensamiento de un gran amigo, y que comparto plenamente

Hace nueve años atrás, los titulares de los noticieros del medio día anunciaban de manera tradicional y poco desconcertante la toma guerrillera efectuada en la mañana o en la noche anterior por parte de las FARC, en muchas de las oportunidades era en un municipio del suroccidente colombiano y en especial en el departamento del Cauca. Desde hace algunos días los titulares de los noticieros vienen informando de los duros golpes efectuados por las fuerzas armadas de Colombia a las FARC, eso me hace recordar, que hace algunos años cuando apenas cursaba mis primeros semestres de derecho afirme ante algunos compañeros que si las FARC llevaban 50 años de presencia en nuestro territorio, por lo menos nos tocaría combatirlas de manera frontal durante 25 años para lograr ver resultados reales; la verdad, es que después de nueve años de haber asumido esa posición, considero que el avance militar del estado en la lucha contra las FARC es incomparable, el presidente Uribe nos enseñó que el derecho a la seguridad y a vivir de manera esperanzadora nuestros sueños, es posible concretarlos en nuestra amada patria; hoy los colombianos, sabemos que el derecho a la seguridad es innegociable y que debe seguir siendo una política de estado. El gran reto que debemos asumir los jóvenes de la generación X es no olvidar la historia que vivimos en nuestra infancia y adolescencia, luchar día a día con acciones pequeñas pero persistentes en hacer de nuestra sociedad una comunidad de personas mas solidarias, honestas y comprometidas con el desarrollo, respetando el medio ambiente, los derechos fundamentales y el derecho a construir conocimiento en la diferencia. Hoy nuestro nietos están mas cerca de vivir en una gran país, eso depende de todos nosotros, de nuestras acciones, pero en especial de no seguir cayendo en las omisiones que nuestros padres y abuelos tuvieron que caer; animo para combatir la corrupción, animo para hablar bien de nuestra patria en el exterior, animo para soñar y hacer soñar con nuestras palabras y actos a quienes no conocen a nuestro país; cada pesito que los corruptos se apropian es un pesito que nuestros nietos no verán para desarrollar su país, para mejorar en salud o incluso un pesito menos para su pensión. Este pedacito de tierra lo tomamos prestado de nuestro hijos y nietos.

POR FERNANDO HERNÁNDEZ VÉLEZ

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